lunes, 1 de febrero de 2010

II

Lima, 26 de junio de 1975 00:00 horas

En los pasadizos subterráneos que conectaban antiguamente a las iglesias principales de la ciudad, un grupo de personas todas cubiertas de negro y con mascaras, sus manos eran cubiertas por unos guantes de cuero, empuñados con unas manoplas y unos símbolos ourobos, cada uno de ellos tenía en la mano, puesto un anillo con un grabado que presentaba todo lo que ellos más odiaban.

Las reuniones eran cada noche de luna nueva, siempre eran grupos de 10 y solamente 10, el jefe del grupo era el único que usaba un haori color rojo.

- Cuantos cuerpos más necesitamos, ya es tiempo no lo creen. Estamos matando a todos esos tipos por una misión, aunque yo lo cometo por simple amor al sufrimiento de mis victimas, ¡AMO LA SANGRE DERRAMADA!, JAJAJAJAJAJAJAJAJJAJA.
- Tú en realidad eres un maldito asesino, serpiente oscura, y eso lo representa tu anillo, tú odias la vida.
- Será mejor que te calles anciano, sino quieres ser el próximo en la lista.

De pronto ante ellos se aparece el jefe

- ¡Par de escorias! Si intentan matarse, mejor yo los matare a uds dos ahora mismo, entendido. su voz inspira un miedo hasta los huesos.
- ¡Si señor!
- Señores, hoy hemos realizado un movimiento muy avanzado y quizás el más arriesgado que se ha cometido hasta este momento.
- ¿a qué se refiere maestro?
- Entre nuestras queridas victimas se encontraba el hijo mayor del General Alberto Zegarra, y no solo eso, entre ellos también estaba nuestro antiguo maestro Pedro García.
La PIP ya tiene en su poder archivos y hoja de vida de este tipo y en esa hoja figura la orden, es mejor estar preparados para una emboscada que puedan estar planeando.
Claro que todos nosotros sabemos que los militares y la PIP, no se pueden ver ni en pintura, además el militar a cargo de investigarnos ese hombre, Antonio Beretta Casquino, el acabara matando a los agentes PIP que vayan a esa casa, con eso solo nos quedaría a él para silenciarlo.

- ¿Cómo sabe todo lo que sucede, maestro?
- Justo después que realizamos este homicidio en Barranco, llame al capitán González, y unas horas después envié a un subordinado mio, para que le diera esa información a Beretta, quien horas antes les había dado el mismo mensaje a los perros de la PIP.
Mañana veremos una alfombra de cadáveres en ese lugar señores, cuando lleguemos a 999 cuerpos será tiempo de realizar el rito.
La reunión ha terminado, pueden retirarse.

Ellos se dispersan a una velocidad increíble, son tan silenciosos, hasta el caminar de una hormiga se puede sentir a comparación de ellos.

El maestro sube las escaleras, las cuales llevan a una habitación oscura, en el techo se puede ver el grabado que dejan en sus víctimas, en las paredes laterales los símbolos que representan a los dioses wicca.

Saca un rosario de color negro debajo de su manga izquierda, lo agita tres veces y enrolla medio rosario en su brazo derecho, en ese momento empieza ha musitar unos rezos en algún tipo de lengua antigua.

Seria solo cuestión de minutos, para que esa habitación se alumbrara de una luz de color rojo carmesí.

Pero uno de los miembros aun seguía dentro, al ver la misteriosa luz dentro de la cúpula, se asoma a la habitación, ve al jefe levitando, además de observar ese detalle, se fija que la capucha que cubre su cabello no se encuentra y este esta suelto.

- Sabia que no eras hombre, esta es la prueba que necesito; no puedo aceptar recibir ordenes de una mujer, ahora mismo morirás.
- ¡eres un simple mortal!, este lugar será tu tumba, ahora conocerás la verdad de tu líder.

El individuo baja desesperado las escaleras buscando escapar del momento que seria su ultimo paraje.
Descubierto por un subordinado suyo, no permitiría que sea revelado algunos secretos, el tipo es rápido, por mas que su víctima haya bajado a gran velocidad, el ya se encontraba esperándolo.

-Tanto tardaste para venir por tu muerte…. Ahora no esperare más-
-¿como?... hace solo unos minutos tu estabas en esa habitación oscura, y nunca bajaste, ¿Cómo es posible?, ¿Qué eres?
-Soy tu verdugo, soy tu juez, ahora debo tomar tu vida, es una pena capitán González, eras una parte importante de mi plan, pero ahora que haz descubierto algo, debo eliminarte.
González se arrodilla suplicando por su vida, pero sabe que es en vano igual morirá, esa es la ley que rige en esos mundos.
-No le hagas nada a mi familia, ellos no saben nada, son inocentes.
-Tienes mi palabra, ellos serán libres.
En el lado izquierdo del haori saca una daga, el ataque es directo a la cabeza de González, la muerte era segura.

-Ahora me encargare de Beretta.

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